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Secuelas

Capitulo 432: La resolución de la Primer Oficial[]

Han pasado dos horas desde la batalla de la Marine. Bert ha logrado llevar a Spirit hasta una pequeña cala rocosa.El barco está severamente dañado, pero nadie piensa en eso en el momento, lo único en lo que piensan es en su capitán.

Angélique: Jean…

El peliazul sigue en cirugía con Taylor. Angélique se ofreció a ayudarle pero en ese momento su pobre estado mental hizo que el médico se negará. Lo único que pidió fue que si Katrina volvía a despertar, le hiciera un par de Doppelgangers para poder también atender las heridas del resto de sus compañeros, cosa que ya ha sucedido.

Evangeline: La niebla se está disipando.

Y en efecto, Evangeline había dejado encendido el Mist Shield por temor a ser encontrados. Pero la niebla se acaba. No obstante, Evangeline no detecta la presencia de nadie, y la noche recién caída ayuda a cubrirlos, aunque eso no mejora los ánimos abordo.

Samir: ¿Ahora que?

Big Bird y Katrina están en sus respectivos cuarteles, reposando sus serias heridas. Bert y Evangeline hacen vigilancia a medias, estando más pendientes de cualquier anuncio sobre su capitán que otra cosa. 

Bert: ¿Nada?

Evangeline: Nada.

Angélique y Samir solo esperan sentados, con la mirada abatida. James está en posición fetal en una esquina, visiblemente perturbado, y Mia está completamente ebria, tratando de mitigar su dolor, en parte físico pero más que nada emocional. Esta da un trago gigantesco a su botella, pero cuando está ya no le da más que unas gotas, Mía la arroja lejos y se levanta hacia la cocina.

Mia: *hic* Necesito más agu…aguó…aguardiente…eso. *Hic*

Pero al momento en el que va a abrir la puerta de la cabina para entrar a la cocina, está se abre antes por mano de Taylor, el cual está cubierto de sangre y con semblante severo. Al verlo, sus compañeros de inmediato lo abordan.

Angélique: ¡¿Cómo está Jean!?

Evangeline: El Capitán está bien, ¿verdad?

Ante esto, Taylor simplemente da un suspiro enorme y se soba en el puente de la nariz, luego se tumba en el suelo de la cubierta y se queda sentado.

Taylor: No les voy a mentir. Esto no es para nada como las otras veces. Ese desgraciado le rajo el esófago. Supongo que apuntaba al corazón y fallo de milagro. Aunque el daño es igual muy serio y hay riesgo de infección. Tiene el brazo derecho casi despedazado. Todas sus articulaciones estaban dislocadas y los dedos los dedos de su mano están totalmente rotos. 

Bert: Por Dios…

La mirada de todos se va ensombrecido conforme la lista de heridas y lesiones que recita Taylor sigue creciendo.

Taylor: El otro brazo y sus piernas no están mucho mejor. Tiene dislocada la cadera, los ligamentos de ambas rodillas muy lastimados y uno de sus pies también está roto. También tiene un corte horrible en la cara que puede lo haya dañado a nivel muscular, pero los de su espalda se ven como si alguien hubiera querido arrancarle las alas.

Samir: Pero estará bien, ¿verdad? Hiciste tu trabajo y el va a recuperarse.

Taylor: La cosa es que… no sólo es eso. Tiene daño acumulado de muchas batallas anteriores. Nos hemos enfrentado a tantos enemigos fuertes en una sucesión tan rápida que a Jean no le de tiempo de sanar, y todo eso lo ha hecho llegar al punto de quiebre. 

El pelirrojo hace una pausa, de varios segundos, mientras mira la sangre en su ropa, no estando seguro si le pertenece a él, a Jean, a algún otro de sus camaradas o incluso a un enemigo….tal vez a todos.

Taylor: Yo hice todo lo de mis habilidades me permiten. Ahora todo depende de Jean, pero les seré bien sincero….el podría no despertar.

La noticia pega fuerte en todos , muy fuerte. Todas las miradas se llenan de desolación, algunas también de lágrimas y todo se vuelve silencioso por un momento. Solo se alcanza a oír el ligero oleaje que mece el barco.

Bert: Tch… si Jean no hubiera hecho lo que sea que hizo para defender a James, talvez no estaría al borde de la muerte.

El comentario, debido a lo sensible que se encuentran sus emociones, cala en James, que ha sentido que le están increpando.

James: ¡Pues lamento que por mi culpa ese maldito haya herido a Jean!

Bert: No me refería a eso.

James:  ¡Pues así me sonó!

Mía:  *hic* si fue tu culpa. Si no le hubieras disparado a Scal, el no habría intentado matarte para empezar.

James: ¡Solo lo hice por defender a Samir! ¡Él fue el que abrió la boca primero!

Samir: Si, gracias. ¡Por echarme la culpa a mí! 

James: ¡Con un carajo! ¡Dime que ese loco no te empezó a patear por qué abriste la boca!

Samir: ¡Tenía que! ¡Taylor se estaba ahogando en sangre ahí!

Taylor: ¡Lo siento por estar muriendo!

Con excepción de Angélique, todos los que están presentes en la cubierta empiezan a culparse mutuamente por todas las desgracias sucedidas. El grave estado de Jean, los daños en Spirit, la quema de las Jolly Rogers, incluso empiezan a pelearse por el haber ayudado a los mercaderes, y el asunto supuestamente olvidado de los bentos robados . Angélique solo se queda ahí, tapándose los oídos y cerrando fuerte los ojos hasta que no puede soportarlo más.

Angélique: ¡¡¡BASTA!!!

La pelirroja grita tan fuerte que incluso asusta a una gaviota cercana. Sus ojos denotan una ira enorme, lo que causa cierto temor en sus camaradas.

Angélique: ¡Quieren conectar su lengua al cerebro antes de hablar! ¡¿En serio no se dan cuenta de lo idiotas que se oyen peleando!? ¡¿Culpándose mutuamente por algo de lo que nadie tuvo la culpa y que nadie podría prevenir o evitar!? ¡Somos amigos, por amor de Dios! ¡Si Jean los pudiera ver justo ahora, estoy segura de que sentiría asco!

Todos se sienten mal por lo que les dice Angélique. Saben que tiene razón, su riña es una estupidez, así que empiezan a ofrecerse disculpas.

James:  Lo siento, chicos. Yo…me deje llevar.

Samir: Si… creo que yo también.

Bert: Todos…

Con sus compañeros ya más calmados. Angélique decide tomar aun más seriamente el rol que le corresponde desde el día que se unió a la tripulación: el rol de la Primer Oficial.

Angélique:  Ahora. Sé que estamos cansados… Sé que estamos física…y mentalmente destruidos… Pero no podemos dejar que esto nos derrote. Sé que Jean no se daría por vencido y nosotros tampoco deberíamos hacerlo. Tenemos que seguir trabajando y haciendo cada uno lo que mejor hace, duplicar esfuerzos para salir de este hoyo en el que estamos. Nos mantendremos unidos, y cuando Jean se recupere, seguiremos adelante. ¿Entendido?

El discurso parece mejorar, aunque solo sea ligeramente, los ánimos. Y sus compañeros responden a la pelirroja con un...

Todos: ¡Entendido!

Evangeline: Así lo haremos, Señorita Primer Oficial.

Capitulo 433:  Año 78 Mes 5 Día 2[]

Bitácora de viaje de Tauriel y Angélique. Entrada del Año 78, Mes 5, Día 2 . Han pasado cinco días desde el ataque de la marine…


Es de noche,  Ocean Spirit sigue atrancada en la cala rocosa y la mayoría de los piratas del Ave Azul duermen…salvo Angélique, que desde el bauprés, hace de vigía a la vez que anota en su bitácora todo lo importante que ha sucedido en el día.

También han pasado cinco días desde que Jean quedó inconsciente. Es duro verlo. Antes tenía hipotermia por la falta de sangre, ahora tiene fiebre por la inflamación de los golpes. Pero es un luchador y sé que va a estar bien. Aún así, los chicos tienen miedo, y no es para menos…


Ese mismo día…en la mañana…

Angélique está en una silla en la enfermería, justo a lado de la cama de Jean, cuidándole y luchando por no dormirse. Este tiene un paño húmedo en la frente y no deja de apretar los puños y los dientes. Sufre sin estar despierto. Taylor entra en ese momento, con una botella de la colección de Mía en la mano.

Taylor: Ve a la cama , Angélique. Necesitas dormir un poco. 

Angélique: No, no estoy cansada. ¿Qué haces con eso?

Taylor: Necesito cambiar las vendas de Jean y limpiar sus heridas, pero se acabó el alcohol y el resto de los desinfectantes. Así que le pedí a Mia lo más fuerte que tuviera para usarlo en Jean.

Angélique: Una botella menos que se beberá ella.

Taylor: No es sano que este borracha por tanto tiempo, su hígado se podría dañar.

Angélique: Pero bueno, así es como ella lidia con estas cosas. Y además, ha hecho un buen trabajo racionando la comida.

Taylor: Si. Si no fuera por lo que nos dieron los mercaderes, ya estaríamos muriendo de hambre.

El médico entonces procede a retirar las vendas viejas de Jean y limpiar sus heridas. El peliazul emite un quejido mientras lo hace, y Taylor pone una cara llena de preocupación y desolación, y Angélique lo nota.

Angélique: ¿Qué pasa?

Taylor: Nada… es solo que …si Jean no despertase…

Angélique: No hables así.

Taylor: Pero es una posibilidad. Cómo médico, no puedo dejar de pensar que…

Angélique: ¿Como conociste a Jean? 

Taylor: ¿Qué? 

Angélique: Quiero que recuerdes como conociste a Jean

Taylor: El… cayó del cielo.

Angélique: El cayó del cielo. Y se recuperó gracias a ti y a su fuerza de algo que nadie podría sobrevivir. Así que ten fe. Jean es fuerte, tú eres un médico grandioso y todo va a estar bien.

Lo que dice la Primer Oficial logra subir un poco la moral del Médico, y este le agradece por ello.

Los ánimos hoy han estado bajos, como es de esperarse. Aunque hay algunas cosas buenas. Las heridas empiezan a sanar. Katrina por fin ha logrado levantarse de la cama, aunque aún tiene jaqueca. Le he pedido de favor que dibuje un nuevo Jolly Roger. Esperaba que eso les subiera la moral a los chicos, pero creo que más bien les trajo malos recuerdos…


A medio día...

Katrina: ¿Qué tal se ve?

Samir: La *hic* original era mucho más bonita  *hic*

James: Bien, Supongo…

Evangeline: ¿Cómo pudimos dejar que quemaran nuestra bandera? Qué humillación…

Angélique: Vamos, chicos. Katrina ha hecho un gran trabajo. ¿Verdad, Bert?

Pero el carpintero no responde, lo que es más, se va directo a su taller, con su rostro reflejando que algo le molesta seriamente.

Angélique: ¿Bert?

Angélique trata de ir tras el, pero Katrina la hace a un lado con gentileza y va en su lugar, encontrando a su amigo mirando un pedazo de tela negra medio quemada.

Katrina: ¿Bert? Todo está bien. ¿Qué sucede?

Bert: Nada. Nada. ¿Por qué habría de tener algo?

La niña lo mira intensamente diciéndole que no le cree sin mediar palabra. El hombre le pasa entonces el pedazo de tela que tiene en las manos.

Katrina: Es… ¿la Jolly Roger de los Piratas Carpinteros?

Bert: Era… Mi hermana Helena la dibujó. Ken se burló de su dibujo pero entonces ella le dijo que si el podía hacerlo mejor, lo hiciera. Entonces, el dibujo su propia bandera. Y era tan horrible que al final el mismo decidió quemarla y usar la de Helena. El día que acabamos nuestro barco, yo mismo la colgué del mástil 

Katrina solo está en silencio, escuchando con atención.

Bert: Después de aquella tormenta hace tantos años, perdí mi barco, a mis hermanos, a mi tripulación, lo perdí todo… menos nuestra Jolly Roger. Y ahora eso también se fue, y no puedo simplemente redibujarla como tu hiciste con la Pluma Azul. El último pedazo de los piratas Carpinteros se perdió para siempre.

El hombre se queda con los ojos y la cabeza gacha un momento, pero entonces, lo que dice Katrina lo hace volver alzar la mirada.

Katrina: No es cierto. ¿Sigues aquí, ¿no? Y mientras vivas, tus recuerdos de los Piratas Carpinteros viven en ti. Y le darán la vuelta al mundo tal y como tú y tus hermanos querían. Y si no es suficiente, puedo volver a dibujar su bandera. 

Ante estás palabras, Bert simplemente abraza a su joven amiga, y está le regresa el abrazo con dulzura.

Bert: Gracias…

Big Bird también ya está despierto, pero aún no puede volar. Lo que me preocupa es que no ha hablado con nadie desde que se enteró de lo de Jean.

 

Al anochecer...

Mia: *hic* Ey, pajarraco. La cena está lis… *hic* lista.

Pero el ave no le responde, simplemente se queda en la baranda, mirando al horizonte, sin emitir una sola palabra.

Mía: Tch.. *hic* Te dije que es hora de cenar.

La Bebedora toma al ave por la fuerza y la lleva al comedor. Esta la picotea, la araña con sus patas, lanza gritos de ave. Pero no habla.

James también ha estado raro estos días. Dice que no puede dormir pero sé que algo más le pasa, aunque no quiere decir que.


Hace una hora…

Bert está encargándose de arreglar los daños de Ocean Spirit. Evangeline, James, y Samir le ayudan. 

Bert: James, ¿puedes pasarme ese martillo? 

El rubio se dispone  hacer lo que le dicen, pero súbitamente, siente algo extraño  en su interior, y acaba aferrándose la cabeza y tapándose los oídos, como si hubiera algo que no quisiera oír. 

Samir: ¿Estás bien?

James: ¡¿Qué!? Ah…si, si. Solo…un poco cansado. ¿Puedes darle esto a Bert? Creo que me iré a dormir.

Samir: Si…ok.

James se va al cuartel de los hombres, aún sosteniéndose la cabeza. No obstante, Evangeline sigue a su compañero y antes de que este cierre la puerta del cuarto, ella se mete a la fuerza.

James: Oye, ¿Qué haces?

Evangeline: Déjame adivinar. Sientes cosas que no deberías sentir. A personas que ni siquiera están cerca de ti. Tal vez sus emociones o su sentir. O acciones que van a pasar.

James: ¿Cómo sabes eso?

Evangeline: Son indicios de mantra. O haki, como le dicen aquí.  Yo lo aprendí entrenando, pero sé que a veces hay quien lo despierta de repente en situaciones de mucho estrés o de vida o muerte.

James: Iban a dispararle a Taylor y Samir. Fue…fue cuando lo sentí por primera vez. Entonces, esto es ¿haki? 

La chica alada solo asiente con la cabeza.

James: Es…horrible. Creí que me estaba volviendo loco. 

Evangeline: Necesitas aprender a controlarlo. Puedo enseñarte, si quieres.

James: Si…eso estaría bien… Gracias 

Bueno, ya es muy tarde y yo debería estar haciendo guardia, tampoco es como que tenga mucho más que contar. Aquí termina la entrada de hoy.


Capitulo 434: ¿Qué hacen aquí?[]

Día seis desde el ataque de la Marine… aproximadamente el medio día...

Jean sigue inconsciente. El día esta nublado y el viento es frio, aunque los piratas aún así tratan de realizar sus tareas y actividades diarias.

Evangeline: No reprimas las voces, solo déjalas fluir.

James: Eso intento.

Evangeline ayuda a James a controlar su haki de observación, aunque es un proceso muy lento y todo le causa dolor de cabeza. 

Samir: ¿Con eso debería quedar?

Bert: Si, creo que ya es todo.

Bert: Ahora solo hay que aguardar el momento en que salgamos de aquí.

Samir: Angélique aún no se decide. ¿verdad?

Bert: ¿Y quién podría?

Ocean Spirit está de nuevo reparada y en condiciones para navegar óptimamente. No obstante, Angélique decide permanecer en la cala rocosa un poco más, por dos razones. La primera es que sigue esperando a que Jean despierte. La segunda, es que aún teme que la marine les encuentre. 

Angélique: Todo tranquilo…por ahora. *Bostezo*

En su afán de cumplir su rol de figura al mando en ausencia de Jean. Angélique está dejándose de lado a si misma. No ha dormido prácticamente nada pues se reparte entre hacer guardia, cuidar a Jean, ayudar en otros deberes del barco y escribir su bitácora   Sus ojos grises se vislumbran enrojecidos y vidriosos, absolutamente cansados.

Angélique: Iré a ver a Jean. Katrina. ¿Puedes vigilar?

Katrina: Si. Claro.

Angélique baja entonces a la enfermería para ver a su camarada. Jean está cubierto por una manta debido al clima frío. La fiebre sigue yendo y viniendo, sin ceder del todo. Esta vez, quien se ha quedado cuidándole es Big Bird, el cual sigue sin hablar y solo mira a su compañero humano con mucha tristeza en sus pequeños ojos, mientras Taylor inserta en su brazo un catéter para hidratarlo con suero y al ver a la pelirroja y su rostro cansado, no tarda en expresar su preocupación.

Taylor: Tienes que descansar un poco, Angélique.

Angélique: Estoy bien, te lo digo. 

La chica entonces camina hacia la silla junto a la cama de Jean, pero al hacerlo, renguea. Taylor se da cuenta de inmediato y trata de sacar información.

Taylor: ¿Dónde te duele?

Angélique: ¿Doler? Pero si no me duele nada.

Taylor no le cree , así que con un movimiento rápido, da un toque en la espinilla de su amiga, haciendo que casi se tropiece del dolor, obligándola a aceptar que algo no anda bien.

Taylor: Quítate la bota. Te revisaré.

La pelirroja hace lo que el médico pide y este logra apreciar serios hematomas en la pierna de la chica, así como un pequeño surco blando en la espinilla donde debiera haber hueso sólido.

Taylor: ¿Desde hace cuánto que te duele?

Angélique: Desde…mi pelea con Brunnhilde.

Taylor: Tienes una pequeña fractura en la superficie de la tibia. No es completa ni incapacitante pero me imagino que debe doler bastante. Deja que te vende.

El pelirrojo crea entonces una venda de su mano y la usa para tratar a su amiga, la cual hace pequeñas muecas de dolor mientras aprietan las vendas.

Taylor: ¿Por qué no me dijiste antes que te dolía?

Angélique: Yo…no quise añadir más preocupaciones a la lista.

Taylor: No está bien, Angélique. Tienes que cuidar de ti. Jean no querría que te maltrataras así.

Esto le baja la moral a Angélique. Aunque el animo de algunos de sus camaradas ha subido un poco, su propio espíritu empieza a quebrarse. No obstante, ni tiempo le da de abatirse, pues en ese momento, Katrina también llega a la enfermería.

Katrina: Mía dice que vayas a la cocina.

Angélique se pone su bota nuevamente, y va hacia donde le han indicado. Ahí, encuentra a Mia, vomitando en el bote de basura por su excesiva ingesta de alcohol de los últimos días.

Angélique: ¿Te sientes bien?

Mia: *termina de vomitar* Si. Estoy bien* arcada* Tenemos un problema.

La mujer muestra a Angélique la escasa cantidad de comida que les queda y las raciones que ha estado haciendo, diciéndole estimados de cuánto tiempo más les durará.

Angélique: ¿Mañana en la noche?

Mía: O tal vez hasta pasado mañana en la mañana.  Angélique. Necesitamos salir de aquí ya. No vamos a resistir mucho sin comida.

Angélique lo sabe, pero aunque se marcharán de ahí ¿A dónde podrían ir? La marine seguramente aún estaría buscándolos. Sabaody no es una opción y la navegante no considera que volver a Merveille una vez más sea una buena idea tampoco. Pero mientras pensaba que hacer, súbitamente es llamada por Evangeline y James.

Evangeline: ¡Señorita Primer Oficial! ¡Venga Rápido!

Angélique ¿Qué sucede? 

James: Sentí a alguien más… se acercan…

Evangeline: Lo confirmo, señorita Primer Oficial. Cuatro personas se acercan.

Angélique: ¿Marines?

¿???: ¿Qué pasó? No nos digan tan feo. 

Antes de que se den cuenta, tres mujeres suben a la cubierta de un salto. Se trata de Ink, Tear y Gift, con sus colores cambiados iguales a los que tenían en la batalla contra la Marine. No obstante, aunque su ayuda fue valiosa, los piratas aún se ponen a la defensiva.

Evangeline: ¿Qué hacen aquí?

Capitulo 435: La Tríada de Sangre[]

Samir: Son ustedes. Las mujeres que nos ayudaron contra la Marine. La señorita gyojin que salvo a Taylor.

Gift: (en voz baja) Pfff… gyojin. Je.

Tear: (también en voz) Shhh… silencio, Gift 

Bert: Gracias por su…

Evangeline: No tan rápido, joven Samir. Estas mujeres nos están mintiendo.

Trillizas: ¿Qué?

Evangeline: Tal vez crean que pueden engañarnos con esos “colores” pero yo sé quiénes son realmente, ladronas. ¿Por qué nos atacan y luego nos ayudan?

Piratas: ¿Qué?

Ante esto, las hermanas se ven un tanto impactadas, pero luego solo suspiran.

Ink: Haki, ¿verdad?

Evangeline asiente lenta y seriamente.

Ink: Tch...  Su mano, chicas.

Las trillizas hacen una cadena con sus brazos y desde Ink, sus colores se vuelven  lentamente a la normalidad, lo use hace que los piratas les reconozcan como aquellas que les robaron su comida, y alzan de nuevo la guardia.

James: ¿¡Ustedes!?

Angélique: ¡Prepárense pare el ata…!

Tear: Oigan no, esperen un momentito. No vinimos a pelear. Al contrario, deseamos ayudarlos. Joder, tal vez debimos presentarnos primero. Somos la Tríada de Sangre. Gift, Tear e Ink, ladronas de todo aquel que nos parezca mala persona.

Las tres intentan ofrecer sus manos para estrechar pero nadie les tiene la confianza.

Bert: Las conocemos. Las hemos visto en los carteles de recompensas. 

Tear: Ah…eso ahorra tiempo.

Mia: ¡Roban nuestra comida y ahora! ¡¿dicen que quieren ayudarnos?! 

Gift:   Ah si…eso... Jejeje… je….perdón…Cometimos un errorcito al realizar nuestra misión. Los confundimos con simples piratas. No teníamos ni idea de que eran los Piratas del Ave Azul. Por eso les robamos…pero fuimos a ayudarlos con la Marine, eso debe compensar algo.

Ink: Solo que cambie nuestros colores con mi Fruta Kara Kara,  para que no desconfiaran de nosotras con solo vernos. Ah, y para evitar que la marine nos reconociera también, somos criminales buscadas como ya saben y queremos evitarnos que nos pongan más números encima. Aunque nos costó trabajo encontrarlos después de eso. Se suponía que los íbamos a seguir pero no esperábamos que el barco se convirtiera en diez y…

Angélique: Woah Woah Woah…No tan rápido. ¿Cómo que misión? ¿Qué quieren de nosotros?

Gift: Somos parte de “Todos somos Esclavos” una alianza dedicada al desmantelamiento de grupos esclavistas. Tenemos constancia de sus acciones para salvar esclavos en el pasado y como han ayudado a nuestra causa y años miembros de la alianza. Por eso, la  vocera de la alianza nos ha pedido que les hagamos una invitación formal a unírsenos.

Bert: ¿Invitación formal?

Mia: ¿Ayudamos a sus miembros?

James: ¿Y quién es la dichosa vocera?

Ink: La capitana de los Piratas del Zafiro. Karma Betula

Toda esta información deja bastante sorprendidos a la gran mayoría de los Ave Azul presentes. Tenían un largo tiempo sin oír de los Piratas del Zafiro y un tiempo aún más largo sin saber de Betula. No obstante, las circunstancias y todo lo sucedido aún les generan desconfianza. Especialmente por algo que solo los tiradores rubios con haki de observación pueden saber.

Evangeline: Aha ... ¿pero que tiene que ver “esa” mujer que está aferrada al casco del Spirit con todo esto?

Gift: ¿Qué?

Evangeline: Hay otra persona que vino con ustedes. 

Ante esto, las trillizas se miran unas a otras con molestia en sus miradas y lanzan algo así como una queja al aire.

Tear: Maldita sea…

Gift: ¿¡Nos siguió!?

Tear: *sarcasmo* Gracias, Ink.

Ink: Oigan, no es culpa mía.

Gift: ¿Quién la salvo en primer lugar?

Ink: ¿Y que querías que hiciera? ¿Qué la dejara ahí para que la matarán?

Gift: Tch.. buen punto.

Ink: Además, yo le di la Jet Board para que se largará. No para que nos siguiera.

Las hermanas hablan tanto y tan fuerte que empiezan a poner de mal humor a los Piratas, particularmente a Angélique que de por sí ya esta hecha una bola de estrés, por lo que al final acaba gritándoles.

Angélique: ¡Ya cállense! ¿¡De quién demonios están hablando!?

Evangeline: Yo me encargo de esto, señorita primer oficial. ¡Sube al barco! ¡De todos modos ya sabemos que estas ahí!

La mujer alada llama a quien sea que está ahí afuera. Evangeline ya sabe quién es , e igual que con las trillizas, no se la ve muy contenta de volverle a ver. Para sorpresa e impacto de todos los demás, quien sube al barco es…

Mía: Isabel…

Isabel: ….Mía...

Aunque sus miradas denotan profunda tristeza, en el fondo, tanto la cocinera como la espadachín sienten gusto de volver a ver a la otra sana y salva… o más o menos. Isabel tiene un ojo derramado y los labios rotos por enfrentarse a Scal.  Mía a un tiene la pierna llena de vendas, puestas ahí para ayudar  a sanar una de las horribles heridas que la propia Isabel le dejo. La pelimorada siente mucha vergüenza por eso y trata de decir algo para enmendarse.

Isabel: Ahmmm…yo…

Pero no tarda ni un segundo en ser interrumpida, pues el resto del Ave Azul, en especial la Primer Oficial, no siente nada de alegría por encontrarse nuevamente a la Marine 

Angélique: *apretando los dientes*¿¡Qué haces TU aquí!?

Capitulo 436: No tengo la autoridad[]

La situación se pone aún más tensa, tanto que casi siente que el aire se puede agarrar. La mirada que la mayoría lanza hacía Isabel es tan intensa que la pelimorada siente como siempre fueran agujas contra su piel. Tratando de calmar el asunto, Tear trata de volver a su anterior conversación.

Tear: ¿Qué les iba a decir? Ah sí. Betula quisiera verlos así que si nos siguen ahora podremos…

Angélique: No iremos.

Tear: ¿Eh?

Angélique: No iremos a menos que el capitán diga lo contrario. Y él no está aquí. Esta… indispuesto. Se que nos ayudaron antes y se los agradezco pero también nos atacaron y eso necesitamos meditarlo. Además , yo no tengo la autoridad para los asuntos relacionados con “alianzas”. Incluso si tiene que ver a los del Zafiro. Así que lo mejor es que se vayan.

Ink: Pero…

Angélique: ¡Ahora!

Gift: Bueno, bueno. *sarcasmo* Lamentamos molestarlos 

Ink: No seas grosera, Gift. Si eso quieren, nos iremos. Pero al menos tengan esto. 

La trilliza de la mascada saca de su mochila provisiones suficientes para unos días y un pequeño frasco de cristal con un trocito de  papel dentro que se mueve hacia alguna de las hermanas.

Ink: Por si cambian de opinión.

Las chicas se disponen a irse entonces e Isabel se dispone a hacer lo mismo, pero Angélique la detiene.

Angélique: Tu no. Tenías algo que decirnos, ¿verdad?

Todos se quedan bien quietos, y otra vez, la intensidad del ambiente incómoda a la Tríada, que esta vez solo se marcha. Una vez se alejan, Isabel se dispone a hablar, pero antes de que pueda hacerlo, Angélique se lanza sobre la mujer con una pierna de frente y valiéndose únicamente de su talón, la alza en el aire de la ropa y la pone contra la pared de la cabina. 

Angelique: ¡Headsman Heel!

La presión que ejerce Angélique con su tacón es suficiente para empezar a ahorcar  a la pelimorada que trata de retirar la pierna que la asfixia con sus manos.

Isabel: Agh… espera

Jamess y Evangeline de inmediato le hacen segunda, apuntándole ambas sienes con sus respectivas armas, Katrina y Samir de inmediato la señalan con sus afilados cuchillos y Bert simplemente se transforma a su forma híbrida, mientras que Mia solo mira, prácticamente inmóvil.

Angélique: Escucha, “Marine”. Jean, nuestro capitán, una de las personas que más apreciamos sobre la tierra , ¡lleva inconsciente seis malditos días por culpa de tu maestro, tus amigos y la tuya! ¡Todos salimos heridos por su culpa, incluso nuestro barco! ¡Y en mi opinión, alguien tendría que pagar por eso!

La mujer empieza a aplicar más presión, ahogando cada vez más a la pelimorada, pero súbitamente, la suelta, dejando a Isabel en el suelo y tosiendo.

Angélique: Pero no me corresponde castigarte. No soy nadie para decidir sobre ti.

Isabel: *Cof Cof* Gracias… Yo… vine a disculparme...se que lo que les hice...lo que ayude a que les hicieran… no tiene perdón pero quiero…

Angélique: ¡No, no lo tiene! 

La Primer Oficial, se acerca entonces a Isabel y la mira con todo el odio que puede.

Angélique: No te confundas, dije que no soy nadie para decidir sobre ti porque no tengo esa autoridad. Si fuera por mí, te arrojaría por la borda ya mismo para que te devore algún rey marino pero tendrás que esperar a que el capitán decida que hará contigo.  Bert, llévala a la bodega. Katrina, dile a Taylor que tenemos una prisionera que restringir. 

Isabel es entonces llevada a la bodega con su rostro lleno de vergüenza fijo en Mia, la cual sigue inmóvil y sin saber que hacer, ni siquiera le regresa la mirada.

Capitulo 437: Abrazo[]

Día siete desde el ataque de la marine… la noche cae…

Jean sigue inconsciente y en estado febril. Angélique, junto a su cama sostiene su mano por un largo rato con los ojos marchitos por la tristeza y el cansancio.  Tras un rato, Katrina llega a suplirla, pues la navegante lleva ahí al menos cuatro horas.

Katrina: Ve a comer algo. Yo me quedaré con él.

Mientras tanto, Isabel está recluida en la bodega de suministros. Amarrada con cintas e  incluso con una cadena en la pierna recién forjada por Samir. También se le ha negado la comida que escasamente tienen. James se encarga de vigilarla, con su Star Blaster cargada y lista, pero igual que Angélique en la enfermería, el cazador lleva toda la tarde en el lugar, por lo que pronto, Mía llega para hacer cambio de guardia.

Mía: La cena está lista. *Hic* Yo me encargo de ella.

James: Vale. Suerte con eso.

El rubio se retira del lugar y Mía simplemente se sienta junto a la jaula, toma su botella y le da un enorme trago, para luego ofrecerla a su antigua amiga. Esta, aunque con dificultad por las restricciones que la atan a las paredes, toma la botella y le da un enorme trago también.

Isabel: Tenías razón, tenías razón sobre todo. Scal es un monstruo. No sé cómo no me di cuenta antes...

Antes, Mia no hubiera desperdiciado la oportunidad de champarle todo. Decirle algo como “Yo tenía la razón” o “Te lo dije”. Pero esta vez no le salen las palabras, simplemente escucha lo que Isabel tiene que decir.

Isabel: Lo seguí fielmente. Cuando lo conocí, me impactó en serio. Su forma de hablar, de expresarse,  la manera en como lo respetaban sus subordinados, me parecía admirable. Luego, cuando, el creyó que yo tenía potencial y  me acogió como su aprendiz, me sentí tan feliz. Pero ahora me doy cuenta que no imponía respeto, era terror.

Una pequeña lagrima se escurre por su mejilla, y ella procede a enjugarla rápidamente con la mano.

Isabel: Me dijo que su misión era llevar la justicia al mundo, y luego me dijo que también sería la mía. Yo le creí, pensé que al fin había encontrado mi lugar en el mundo.

Mía: Tu ya tenías un lugar en el mundo…conmigo…con mi padre *hic*

Mia da otro larguísimo trago a su botella. El licor escurre dentro y fuera de su garganta mientras que Isabel la mira aún más avergonzada que antes.

Isabel: Fue cuando… cegué a esa pobre niña, que me di cuenta de que hacía mal. Me di cuenta de la maldad de Scal cuando me dijo que era un ”daño aceptable” lo que hice y por como atacó a tus amigos y a ti. Y peor aún, acepto que asesinó a Mampoer-san. Todos estos años le serví a un asesino. 

Mia: Debió ser duro… descubrir que vivías en una mentira.

Isabel: Eso es lo más extraño, cuando por fin enfrente a Scal, y a mis compañeros, no sentí nada. Como si hubieras sabido desde antes que todos ellos eran los monstruos. Bueno, excepto Mayhem. La mirada que puso… sé que el es bueno, pero esta ciego, como yo estaba. Ahora debe tener el corazón roto. Tchh… que buena amiga soy… siempre los decepciono a todos…igual que a ti..

Mía: Isabel...

Las lágrimas empiezan a escurrir de sus ojos verdes, como pequeñas cascadas de tristeza que enrojecen su rostro.

Isabel: Yo…lo siento…perdóname, Mía. Te lastime, lastime a tus amigos Sé que eso no arreglará nada, se que no curara mágicamente tus heridas, o a tus amigos. Sé que no traerá de vuelta a Mampoer-san. Pero quiero que sepas que realmente me arrepiento de lo que hice y ...no sé cómo recompensártelo pero te juro que...

No obstante, Mia no la deja terminar su disculpa, pues antes la atrapa en un fuerte abrazo, mientras sus mejillas también se llenan de lágrimas.

Mía: Shh… tu ya te redimiste a ti misma. Enfrentaste a ese demonio… me salvaste… dos veces…

Isabel deja que Mía la abrace, llorando ambas por un rato hasta que finalmente la Bebedora la suelta y ambas se limpian las lágrimas.

Isabel: Y… ¿que va a pasar?

Mía: Si te refieres a lo que mis amigos decidirán sobre ti, no te preocupes. Solo actúan así porque están asustados pero jamás harían algo que te hiciera un verdadero daño.

Isabel: Ah… eso me alegra… creo.

Justamente, en la parte exterior del barco, el resto de la tripulación está teniendo una discusión un tanto acalorada sobre que hacer tanto con Isabel cómo lo sucedido con la Tríada.

Bert: ¿Y que pasara con esa chica?

Angélique: No lo sé y no me interesa.

James: Debiste decidir eso ayer, Angélique.

Samir: Yo digo que debimos seguir a esas chicas. A pesar de todo, nos ayudaron y planeaban seguir haciéndolo.

Angélique: Esas son cosas del capitán. 

James: Debes reconocerlo, Angélique. Es tu trabajo como primer oficial. Jean no está en condiciones y puede que nunca vuelva a estarlo.

Angélique: ¡No digas eso!

A la pelirroja le duele que sus amigos hablen de esa manera, se empiezan a rendir sobre Jean. Pero antes de que pueda darles una respuesta, Katrina llega corriendo, con lágrimas en sus ojos.

Katrina: ¡Chicos!

Angélique: Katrina, ¿qué pasa? 

Katrina: ¡Jean¡ ¡Jean está…!

Pero antes de poder decir nada más, Katrina resulta no ser más que un clon y se desvanece, dejando a los piratas llenos de inquietud y haciendo que corran de inmediato a la enfermería.

Capitulo 438:  Gracias[]

Un color. Rojo. Los sentimientos son muchos. Ira, pánico, odio, preocupación, miedo, dolor. Una niña pequeña llora en brazos de una mujer de piernas increíblemente largas, el lado izquierdo de su rostro está completamente bañado en sangre. 

Mujer: Todo estará bien , pequeña. No llores 

Niña: ¡Mami!

Junto a ellas hay un hombre de rojos cabellos cargando a un bebé de cabecita celeste que también llora. El hombre trata de calmarle y se lo pasa a la mujer de piernas largas, mientras un montón de siluetas le rodean.

Hombre: ¡Te los encargo! ¡Yo iré a buscar a Odi! ¡El resto! ¡Vaya a por el desgraciado que hizo esto!

Siluetas: ¡Si, capitán!

El hombre sale corriendo, dejando a ambos pequeños llorando en brazos de la mujer de piernas largas.

Niña: ¡Papi! ¡Mami!

Todo esta oscuro ahora, completamente oscuro, como si hubiera un vacío absoluto. Y no se siente nada tampoco. Ni miedo, ni odio, ni dolor. Aún así, una lágrima resbala por su mejilla. No sabe porque ni tampoco puede controlarlo ni pararlo. Alrededor suyo, no hay nadie.

¿???: ¿¡Hola!?

No hay respuesta, ni eco de su voz, ni siquiera el sonido del viento. Un completo y absoluto silencio reina el lugar, si es que se le puede llamar lugar. Camina por un rato en la oscuridad, sin saber muy bien a donde va, hasta que finalmente el silencio para y se oye una voz, una voz que está ¿Cantando?

Voz: Se está pudriendo y se está pudriendo más. Desde hace un rato que se escurre y no se secará jamás…

Decide acercarse a la voz, pues es lo único que hay, aparte de su propia existencia. Conforme se mueve, la voz se hace más fuerte y logra apreciar una silueta, de la cual viene la canción.

¿??: ¿Hola?

Silueta: Solo espera que lo lleven a enterrar. Feliz está porque se va…

Las palabras de la sombra le asustan. Cuando termina su canción, está se voltea y le sonríe.

Silueta: Espero que no estés feliz de irte, porque aún no es tu momento.

¿??: ¿Irme? ¿Ir a donde?

Silueta: Mírate. Tan grande. Sacaste mis ojos y mi cabello.

La silueta mira hacia su pecho y frunce el ceño.

Silueta: Y por lo que veo, también esa horrenda herida.

La silueta acaricia su mentón y luego se aleja, mientras una enorme luz empieza a brillar, y la silueta flota hacia ella.

Silueta: Ya es tiempo de que regreses. Cuídate mucho.

¿???: ¡Espera! ¡No te vayas!

Todo es luz ahora, demasiada luz de hecho. Mira a su alrededor. No reconoce al principio donde está, solo ve que alguien está mirando a donde está, con los ojos enormes y que empiezan a derramar lágrimas.

 Katrina: ¡Jean! ¡Jean está..!

Pero antes de poder decir nada más, Katrina resulta no ser más que un clon y se desvanece, dejando a los piratas llenos de inquietud y haciendo que corran de inmediato a la enfermería. Por su mente pasan los peores escenarios hasta que, al abrir la puerta, los ojos se les abren enormes.

Katrina: ¡Jean está…! *Rompe en llanto* ¡Jean está bien! *Sniff sniff*

Desde su cama de enfermería, Jean les sonríe con rostro cansado. ¡Está despierto! ¡Está bien!

Jean: Hola…chicos.

Todos: ¡Jean!

Angélique se queda quieta en el portal , sin acercarse, ni decir, ni hacer nada, mientras que el resto de los del Ave Azul rodean la cama de inmediato, felices y aliviados. Varios, por no decir todos, incluso deben hacer un esfuerzo por contener las lágrimas de felicidad, bueno excepto una.

Jean: ¿Qué les pasa?

Evangeline: Nada. Ahora ya no pasa nada.

Taylor decide darle un chequeo rápido a su capitán, revisando sus heridas y midiendo su temperatura.

Taylor: Aún tienes un poco de fiebre, pero es algo mínimo. ¿Cómo te sientes?

Jean: Cansado… y algo…no se. ¿Cómo se dice cuando tienes un agujero en la panza?

Casi todos ríen. A pesar de todo, Jean no ha perdido el buen humor. Big Bird vuela a su lado y frota su cabeza contra su mejilla, a lo que Jean no tarda en acariciarlo.

Jean: Hey. Hola, amigo.

Big Bird: Jean. Jean.

Bert: ¡Oye, hablaste! 

James: Genial. Volvió el pajarraco inútil que habla, en lugar del pajarraco inútil silencioso.

Big Bird: Oye, oye.

Todos vuelven a reír. A excepción de Angélique que se ve incluso pálida. Jean lo nota, y de inmediato, muestra su preocupación, a pesar de su estado aún débil. 

Jean: ¿Estás bien, Angélique?

Pero ella finalmente se mueve. Le toma de la mano y sonríe.

Angélique: Estoy bien. Solo muy cansada. Creo que iré a dormir. Te veré después.

Jean: Bien. Te veo después.

Jean se acomoda en su cama mientras sus compañeros siguen riendo y hablando con su capitán, con la certeza de que ahora todo va a estar bien, mientras que Angélique camina al cuartel de las mujeres. Al llegar ahí, cierra la puerta y repentinamente, se deja caer al suelo, llorando muy fuerte.

Angélique: ¡Gracias! ¡Gracias! 

Y sigue llorando, dejando que sus lágrimas saquen todos los sentimientos que su corazón guardaba desde hace siete días, mientras agradece a algo o alguien por permitir que su querido amigo despertase. 

Capitulo 439: Once[]

Aunque ya despierto, Jean pasa los siguientes dos días aún en cama, puesto que no está completamente sanado. Pero al tercero finalmente logra ponerse en pie. Todavía tiene un brazo inmovilizado y Angélique tiene que ayudarle, pero ya puede caminar, ante lo cual, sus amigos se alegran.

Evangeline: Es genial verlo de pie, capitán.

Jean: Si, es bueno volver.

Big Bird: Es bueno volver. Es bueno volver.

El joven peliazul alza la cabeza, dándose cuenta de la Nueva Jolly Roger de la Pluma Azul que ondea gloriosa en la cima de Spirit.

Katrina: La volví a dibujar, jiji.

Jean: Ja. Fabuloso. ¡Woah!

Un pequeño paso en falso casi le hace caer, pero Angélique lo sostiene antes de que suceda. 

Angélique: No te preocupes, te tengo bien agarrado.

Jean: Je. Gracias. Los chicos me contaron lo mucho que te esforzaste mientras no estaba. Estoy muy orgulloso.

El comentario sonroja bastante a la navegante, e intenta cubrirse con una mano para que no se note tanto.

Angy: Oh, para. Solo hice mi trabajo y ya 

El ambiente jovial parece haberse recuperado, al igual que las heridas en sus cuerpos. No obstante, las heridas en sus corazones se han convertido en cicatrices que es poco probable que se desvanezcan. Esto deja pensativo al peliazul, el cual se sienta junto a la baranda con Big Bird en su hombro, mientras que sus camaradas siguen con sus deberes.

Jean: De verdad que esta vez estuvimos cerca.  ¿no, amigo?

Big Bird: Demasiado, demasiado.

Jean se pone a pensar en todo lo sucedido. Cada momento de ese día se retransmite en su  mente que llega al punto en el que Scal le apuñalo, lo que le hace sentir escalofríos y así como un dolor profundo en la cicatriz que se empieza a formar en su torso. No obstante, no le da mucho tiempo de pensar dar en ello, pues en ese momento aparece Mia con una mirada sería.

Mía: Se que aún no estás del todo bien. Pero hay un asunto serio que debes tratar.

Angélique: Mia, no. No es el momento.

Mía: ¿Entonces cuando va a serlo? ¿En cien años? No. Esto se debe atender ahora.

Jean: ¿De qué hablan? ¿Angélique?

Angélique: Tch… bien. Tráiganla aquí chicos.

Grande es la sorpresa del Peliazul cuando ve a Isabel salir de la cabina, atada de manos. La mayoría aún la ve inquisivamente. Solo Mía no la juzga con la mirada.

Jean: Eres tú. La marine que siempre nos perseguía, una de los seguidores de Scal. ¿Qué haces aquí?

Mía: Vino a…

Pero Isabel alza la mano, pidiendo silencio a su amiga.

Isabel: No hace falta Mía, yo necesito decir esto por mi cuenta.

Mia asiente con la cabeza y se hace un poco para atrás, mientras que Isabel se arrodilla y baja la cabeza.

Isabel: Primero que nada, quisiera disculparme por mis acciones. Sé que lo que he hecho esta muy mal y le serví al hombre que casi te mata. Todos estos años le serví a un monstruo. Ahora lo sé y quiero enmendar todo eso y...

La mujer hace una pausa pues algunas lágrimas comienzan a salir de sus ojos sin poder advertirlo. Todos miran con atención, aunque algunos ya no la ven con odio, pues logran distinguir que ella está verdaderamente arrepentida. Luego, como se queda callada y con los ojos llorosos, incapaz de alzar la mirada, Jean se le acerca lo mejor que puede y se dirige a ella.

Jean: ¿Y que más? Sé que no has dicho todo lo que quieres decir.

Isabel entonces trata de alzar el rostro y enjugarse las lágrimas, para luego mirar a Jean con unos ojos tan profundos que nadie podría resistir la mirada por mucho tiempo.

Isabel: Quiero unirme a ustedes.

Todos: ¡¿QUEE!?

Pero Jean ha enviado una señal para que todos callen su barullo. Mientras que el sigue interrogando a Isabel.

Jean: ¿Por qué quieres unirte a nosotros?

Isabel: Desde niña siempre quise ayudar a la gente y proteger a los inocentes. Llevar la justicia. Creí que lograría eso como marine pero solo conseguí hacer lo opuesto. Así que pienso que podría lograrlo siendo parte de su tripulación. Oí de la boca de aquellas trillizas que ustedes han ayudado a mucha gente y yo quiero hacerlo también.

Jean: ¿Trillizas?

Angélique: Luego te explico..

Isabel: Por eso quiero unirme a ustedes. Para encontrar la verdadera bondad y justicia. Bueno, por eso y porque la única persona que aún se preocupa en mi está aquí 

Isabel busca la mirada de Mía, la cual le responde con una leve sonrisa. Jean se queda sorprendido por ello, pues hasta donde recordaba, las dos mujeres se detestaban.

Jean: ¿Es esto cierto, Mía? ¿Pensé que se odiaban?

Mía: Exactamente. Nos odiábamos, en pasado.  Ahora, si puedo abogar por ella, me gustaría que Isabel se quedase. Sé que ha cometido errores pero lucha por redimirse y quiero ayudarla.

Mia se arrodilla junto a su amiga sostiene su mano, mientras esta mira a Jean, expectante. El peliazul se queda pensativo a un rato y luego se dirige a sus camaradas.

Jean: El resto que opina.

Samir: Mi abuelo solía decir que no hay gente mala, solo descarriada, y que dependía de uno volver a guiarla por el camino correcto. Yo…jamás creí eso por completo, sé que hay gente realmente malvada desde que mi propio padre me vendió como esclavo... Pero veo que tú estás arrepentida de tu mal camino, y si puedo de algún modo guiarte, quisiera intentarlo.

Evangeline: Yo sé por experiencia propia lo que es darte cuenta de que tu causa estaba errada. El seguir a alguien verdaderamente villanesco y no averiguarlo hasta que estos mismos se revelan. A mí me dieron otra oportunidad, y pienso que usted también merece una.

James: Lo mismo opino yo.

El resto de los piratas no contesta, solo se quedan meditabundos y en silencio, algunos de ellos con caras muy serias.

Jean: ¿Los demás?

Angélique: Yo respetaré lo que decidas, sin importar que.

Katrina: Igual yo.

Big Bird: Igual yo, igual yo.

Bert: Creo que eso también habla por mí y Taylor.

Taylor: Si.

Jean: Entonces, la decisión está tomada. 

El joven Capitán mira a Isabel con tanta fuerza en la mirada que siente que la va a atravesar, sabe que lo más seguro  que la rechacen, pero no obstante, Jean dice algo que ella no sabe cómo interpretar.

Jean: Katrina. Los pendientes.

La pelimorada no comprende que significa, hasta que mira a su alrededor y se da cuenta de que todos los piratas, salvo por Big Bird, portan enormes aros de oro en sus orejas, lo que la hace sentir verdaderamente feliz y aliviada. Tras una ceremonia corta, ella también porta su propio par.

Jean: Ahora eres la camarada número once.

Y dicho esto, Mia abraza fuertemente a Isabel riéndose, mientras la pelimorada le regresa el gesto con fuerza. No obstante, Jean interrumpe la escena haciendo una pregunta.

Jean: Ahora , ¿pueden decirme quienes son esas trillizas de las que hablaban? 

Capitulo 440: Están en su casa…[]

Unos días más tarde… 

Esta anocheciendo y el Ocean Spirit navega nuevamente. Angélique lleva el timón y el resto se encarga de los aparejos y demás. Esta vez, no siguen el Log Pose, sino la pequeña hoja de papel en el frasco que las trillizas les otorgaron para encontrarlas, nada más y nada menos que una Vivre Card.

Jean: ¿Creen que tardemos mucho más?

Angélique: Ni idea.

Big Bird: Ni idea, ni idea, ahh.

Mia: Espero que no porque solo nos queda comida para esta noche.

Tras una hora más de viaje, se empiezan a ver luces a la distancia, de colores verde rojo y azul que iluminan lo que parece ser una gran montaña. Big Bird, como vigía, da el anuncio.

Big Bird: ¡Tierra! ¡Tierra!

A pesar de todo, los piratas no saben aún si eso es buena señal. Podría ser una trampa de las hermanas, podrían reencontrarse con la marine, o algo similar, así que los piratas deciden preguntar una vez más a su capitán.

Bert: ¿Estás seguro de que deberíamos seguir esa cosa?

Jean: La verdad es que no. Pero,  dices que son de fiar, ¿no, Isabel?

Isabel: Me salvaron y ayudaron, así que creo que si.

 Angélique: (en voz baja) Tch… como si la opinión de Anfitrite fuera de fiar…

Jean: ¿Qué dijiste?

Angélique: ¿Qué? No dije nada.

Jean: Además, si vienen de parte de los del Zafiro, no creo que tengamos nada que temer.

Samir: Sigo sin saber quiénes son esos “del Zafiro”.

Isabel: Yo sé menos.

James: Son unos amigos nuestros. Piratas también. Les hemos ayudado antes y ellos a nosotros.

Finalmente, los piratas llegan a la isla. Por precaución, deciden atrancar en la zona más alejada que pueden y desembarcan, pisando tierra firme después de muchos días. Con la Vivre Vard en manos de Bert, los piratas piden su guía mientras se escudan por la oscuridad de la noche y se ponen mantos fabricados por Taylor para pasar más desapercibidos.

Jean: ¿Hacia adónde, Bert?

Bert: La Vivre Card se mueve hacia nuestra izquierda.  Vamos.

Casualmente, los piratas encuentran un camino entre un montón de arboles que  los lleva en la dirección deseada. Pero a los pocos metros, Evangeline pone a todos en alerta.

Evangeline: Alguien viene hacia acá. Solo es una persona.

Jean: Ocultense.

Los piratas se esconden tras los árboles y esperan a que el hombre siga su camino. Pero para su sorpresa, este se detiene y hace reverencia hacia un roble, tras el cual, casualmente está escondido Jean.

Hombre: Buenas noches. 

Los Piratas guardan silencio, tratando de ocultar su existencia, pero el hombre se ríe.

Hombre: Jejeje. Sé que están ahí . ¿Son los Piratas del Ave Azul?

Viendo que los han descubierto, y que incluso saben quiénes son, los piratas salen de su escondrijo

Evangeline: ¿Cómo nos encontró? 

Hombre: Haki .

Jean: ¿Cómo sabes quiénes somos?

Hombre: Ya los esperábamos. En cada posible entrada a la isla hay alguien esperándolos. Tienen la Vivre Card de las Trillizas, ¿no?  Síganme por favor, los guiaré hacia ellas.

El hombre se da media vuelta y regresa por donde vino, los piratas, aún algo recelosos, le siguen con cuidado, mientras que el saca un Ko Den Den Mushi y procede a informar a alguien.

Hombre: La pluma cayó en el noroeste.

Voz en el auricular: Enterado. Avisaré al resto para que finalicen la búsqueda.

Hombre:  Que el consejo se reúna, los veré allá en quince minutos 

Mia: ¿Y tú quién eres? 

Hombre: Mi nombre es Mark. Miembro de los Piratas del Zafiro.

Katrina: ¿Eres del Zafiro?

Mark:  Si. Me parece que ya conocen a algunos de mis camaradas. También están en el lugar al que vamos.

El hombre guía a los del Ave Azul por el camino de los árboles hasta lo que parece ser un bullicioso pueblo. El lugar está lleno de vida, y decenas sino es que cientos de personas, transitan por las calles. Finalmente, los piratas llegan a un edificio especialmente opulento del cual Mark les abre la puerta.

Mark: A la derecha.

Tras pasar por un par de pasillos y unas opulentas escaleras, Mark y los Piratas llegan hasta lo que parece ser una sala de reuniones. Ahí, ya están reunidos varias personas. Incluyendo a las Trillizas y a Karma Betula, la cual los recibe seria pero cordial.

Betula: Es un placer verlos de nuevo, Piratas del Ave Azul. Están en su casa  

Capitulo 441: Las Repercusiones[]

Jean: Tiempo sin verte, Betula-san.

La mujer disfruta de una soda fría y una charola con panquecitos gigantesca, sentada frente a una mesa 

Betula:  ¿Gustas un bocadillo?

Jean: No, gracias. No tengo hambre.

No obstante, el estómago de Jean ruge, por lo que el Zafiro le indica que se siente y al resto de los del Ave Azul, para poder compartirles su merienda. Lad trillizas están también en la sala, tiradas en sillones en posiciones extrañas. Tear está sentada como hombre con las piernas bien abiertas, Ink en posición de flor de loto y Gift, está literalmente sentada al revés, de cabeza.

Ink: Ja, te dije que iban a venir. 

Gift: ¿Qué? ¿A nosotras no nos saludan?

Isabel se les acerca y les hace reverencia por su ayuda, a lo que las hermanas se ríen.

Tear: Jeje. Mucha formalidad.

Al que nadie esperaba ver en el lugar es a Hollow, el cual los saluda con efusividad.

Hollow: Es bueno verlos, chicos. 

Katrina: ¡Miren! Es la cabeza de armadura parlante.

Bert: Qué sorpresa verte aquí. 

Hollow: Bueno, tenía que devolverles su  barco tarde o temprano. Además, de que hay otros asuntos importantes que tratar.

Jean: Si, eso me dijeron.

Betula: Quisiera hablar de la invitación formal… 

La mujer se fija que todos los del Ave Azul aún traen algunas vendas y moretones. El propio Jean tiene un brazo aún en un cabestrillo y camina con dificultad.

Betula: Pero primero debo decir que la verdad estaba un poco preocupada por ustedes después de saber de su última batalla con la marine.

Jean: No es por ser grosero pero, ¿cómo Demonios supiste de eso?

Isabel: Debieron decirle las trillizas.

Samkr: ¿O a caso tiene otras conexiones?

Hollow: En realidad, lo leímos en el periódico.

Jean: ¿Qué? 

El Poltergeist pasa al peliazul un diario de varios días atrás y este procede a leerlo, con sus camaradas detrás de él, viendo la misma nota, una con el encabezado que reza “¿El Ave Azul perdió sus alas?” Tras este, se narra, de manera muy detallada, de la derrota de los Piratas del Ave Azul, incluso hay una foto de cuando Jean fue empalado por Scal.

Jean: carajo… 

La noticia ha dado la vuelta al mundo entero. En Tropian Louludia, Woodengate y Harley, amigos y familiares de los del Ave Azul leen la nota con horror.

Beth: Papá.. chicos…

Bill Wild: Niño pájaro… no...

María: Katrina… por favor, que estén a salvo.

Cygnus: James… ¿porqué?

Algunos viejos enemigos y otras personas también se enteran, no sabiendo si alegrarse o no.

Tuvalu: Derrotados, ¿Eh?

Avo: Tch… 

Maximilian: ¿En serio perdieron?

Azrael: Vaya…es casi trágico...

No obstante, también  narra de manera exagerada la derrota de un pacifista y  el eventual escape del Ave Azul tras ser ayudados por tres mujeres desconocidas y una marine Traidora,  estableciendo que tras el evento, los Piratas del Ave Azul están “desaparecidos”, cosa que en alguna otra parte, Scal no puede dejar de leer, apretando su diario con furia.

Scal: ¡Maldita sea! ¡Y maldito sea el tal Absa que escribió está historia!

El contralmirante entonces enrolla el diario con fuerza y lo echa a la basura. Junto a él están Maverick, Mayhem y una aún aporreada Brunnhilde, con semblantes igualmente molestos.

Scal: ¡Ahora, nos han hecho quedar como unos incompetentes! ¡También los hace parecer más peligrosos! ¡Con un demonio!

Brunnhilde: Y no solo eso, señor. ¿Recuerda de las posibles relaciones de Pluma Azul Dorada con El Lagarto Monstruoso, El Hada Distorsionada y Pluma Roja? Creo que podemos confirmarlas de manera definitiva. Han habido una serie de …eventos que han estado sucediendo después de la desaparición de Black.

Nuevo Mundo...

En cuatro  lugares diferentes hay navíos en llamas y cuerpos en el agua. En cada localización, se yergue una silueta imponente y monstruosa correspondiente a cada uno de los capitanes de los Piratas de la Libélula, de Gila y del Ave Rapaz, además de una persona desconocida. Tras la desaparición de Jean y compañía, Jill, Jonathan, John y la otra persona han estado cazando barcos de la marine, locos de rabia.

Jill/Jonathan/John/Silueta: ¿¡QUÉ LE HAN HECHO A JEAN!?

De regreso con Scal y los oficiales…

Brunnhilde: El cuartel general ya lo sabe todo. El Comodoro Brannew mando que estos salieran hoy.

La mujer pasa unas hojas a su superior y este las observa con odio en la mirada. En el escondite de Betula, los del Ave Azul observan hojas similares con rostros que pasan por fascinación, miedo o molestia: una nueva tanda de carteles  de recompensa sale a la luz.    

Capitulo 442: Las razones más egoístas[]

Todo el asunto deja bastante alicaídos a los del Ave Azul, particularmente a Jean. La derrota que sufrieron fue humillante y casi les mata, lo que vuelve irónico la subida de sus recompensas. Para romper la situación tan intensa que accidentalmente ha creado, Betula trata de volver al tema anterior 

Betula: Bueno, pero ahora, hablemos de la invitación que queremos hacerles. Nos han ayudado en nuestros esfuerzos de salvar esclavos y destruir esclavistas.

Hollow: Nos han ayudado a nosotros y a nuestras tripulaciones.

Gift: A nosotras no.

Tear: Shhh… Callate.

Ink: Además, sabemos de sus esfuerzos para salvar gente esclavizada más allá de nuestra propia visión. Cómo lo de los Piratas de la Luna de Sangre Azul.

Hollow: Son buenas personas.

Betula: Y son fuertes. Así que, ¿Qué contestan? 

La mujer dirige su mirada hacia el capitán del Ave Azul, esperando una respuesta y de preferencia, una afirmativa. Jean, no obstante, ni siquiera la mira, solo se queda observando su nuevo cartel con pesar.

Jean: No merezco un número así…

Evangeline: No hablé asi, Capitán. 

Jean: No, Evangeline. Déjame terminar. La única razón por la que estamos vivos justo ahora es porque estás locas mujeres nos ayudaron…

Ink: ¿Eso es un insulto o un cumplido?

Jean: …y porque Isabel decidió insubordinarse en ese momento. Scal nos lanzó un ultimátum de muerte y casi lo cumple. No tenemos la fuerza que creíamos tener. Somos…

El peliazul siente una punzada en dónde Scal le empaló, por lo que tiene que aferrarse de un mueble para no caerse.

Jean: …soy débil. No sé porque querrían que alguien como yo sé uniera a su alianza.

Todo se queda en silencio. Los del Ave Azul agachan la cabeza, avergonzados por muy diversas razones. Hollow no sabe que decir, e incluso las usualmente parlanchinas trillizas se quedan calladas. Betula no obstante, solo mantiene su silencio por unos segundos y luego enuncia una respuesta.

Betula: En mi opinión, aquellos que son capaces de reconocer sus propias debilidades son los más fuertes.

Ante esto,  Jean  vuelve a alzar la mirada, ya no con vergüenza en sus ojos, sino más bien sorpresa.

Betula: Comprendo que la vida te ha dado un ultimátum. Una última señal. Si, sé que es difícil. Ya he vivido cosas así. Pero a fin de cuentas, estás vivo, sigues vivo. Ya solo eso por sí mismo es una victoria.

Hollow: Además, para eso son las alianzas, para que sus componentes  puedan fortalecerse mutuamente y lograr cosas que por su cuenta jamás lograrían. Dejen que los hagamos fuertes mientras nos hacen fuertes.

Gift: En resumen, aprovechen la oportunidad y únansenos, montón de ineptos. ¿Si era eso?

Tras esto, vuelve el silencio. Pero ya no es para nada incómodo. Jean y sus camaradas simplemente se quedan meditando lo que el resto de la gente en la sala les ofrece, aunque el joven capitán aún vacila un poco.

Jean: Gracias por ayudarnos a comprender eso y por ofrecernos su fuerza. Pero, no sé si estamos tan comprometido como ustedes  con una causa tan noble como acabar con la esclavitud.

Betula:. La verdad es que todos empezamos aquí por las razones que creiamos más egoístas, no estábamos comprometidos ni nada. Pero nos dimos cuenta de que nuestros objetivos llevaban a un problema raíz que resolver : la esclavitud y al darnos cuenta de eso nos dimos cuenta de que lo que hacíamos era noble.

Hollow: Mi hogar fue atacado por esclavistas hace muchos años. Todos murieron o fueron esclavizados excepto por mí y la que ahora es mi Primer Oficial. Me hice pirata únicamente porque deseo que mi camarada recupere a su novio esclavizado y porque quiero justicia para mi padre y mi gente.

Ink: La cosa es bastante simple con nosotras.

Gift: Queremos vengarnos de cierta persona.

Tear: La cual resulta que es esclavista. Fin del asunto para estar aquí.

Betula: Yo solo quiero volver a ver a mi familia. Los esclavistas me la arrebataron y no descansaré hasta el día que los vea de nuevo. Aún si sus razones para estar aquí no son completamente altruistas, no importa mientras aún luchen por la causa a su manera.

Jean piensa entonces en qué razones le han llevado a luchar por los esclavos antes, pero estas hablan por su cuenta en la sala.

James: Los esclavistas me quitaron a mi hermana. Aún está ahí, allá afuera, y voy a encontrarla.

Katrina: Mi propia madre era esclavista, ella era un monstruo que lastimaba a otros y a mi. No quiero a más gente como ella en el mundo.

Samir: Yo mismo fui prácticamente un esclavo, mataron a mi familia y fui miserable durante catorce años. No dejaré que nadie sufra eso de nuevo

Tras estas palabras, queda todo muy claro.

Jean: Y yo… yo peleo contra la esclavitud porque quiero ayudar a mis amigos y ayudar a las buenas personas de este mundo.

Angélique: Todos lo haremos. ¿Verdad, chicos?

Piratas del Ave Azul: ¡Siiii!

Betula entonces extiende una mano hacia Jean.

Betula: ¿Qué dices entonces? ¿Quieres unirte fuerzas y pelear por un montón de objetivos egoístas que de alguna forma se vuelven nobles en conjunto?

Capitulo 443: Todos somos esclavos[]

Sale el sol. Los verdes árboles son suavemente mecidos por el viento, mientras que edificios rojiazules fulguran con la luz solar. Es una gloriosa mañana y varios centenares de personas  se reúnen alrededor de los muelles de Jewel, isla base de los Piratas del Zafiro y de la alianza de la que forman parte.  

Niño: Vamos rápido, mami.

Mujer: Ya voy, ya voy, jejeje.

Todos los que van al muelle, hombres y mujeres, niños y ancianos, son piratas y esperan con ansias el anuncio que la alianza está por hacer, estallando en vítores cuando ven a Betula, la vocera, y al resto de altos mandos de la alianza aparecer en la cubierta del Jewelry Power, en cuyos mástiles ondean orgullosas cada una de las banderas de los miembros de la alianza y de la alianza misma.

Betula: ¡Compañeros! ¡Hoy es un día glorioso! ¡Cinco años han sido ya desde que empezamos con nuestra misión de ayudar a los esclavos! ¡Solo éramos unos pocos entonces pero hemos crecido en números y fuerza! 

Hollow: Se que ha sido difícil, pero nos cada paso que damos es un paso ganado.

Triada: ¡Y hoy, hemos dado un gran paso! ¡Nuestra fuerza ha crecido!

Betula: ¡Hoy nos complace anunciar que los Piratas del Ave Azul se unen a nuestra causa!

Jean sale a la cubierta del barco con todos sus compañeros detrás, y para oficializar la alianza, une su mano extendida a la del resto de los líderes de la alianza.

Jean: ¡Todos somos esclavos! 

Alianza: ¡Si!

La Jolly Roger del ave azul se une al resto de las banderas, meciéndose por el viento al mismo ritmo. Tras esta ceremonia, la alianza celebra un banquete antes de volver a sus deberes y misiones. Jean y Betula se encuentran sentados a la misma mesa, decidiendo cual será su proceder.

Betula: Y eso es como lo llevamos hasta ahora.

Jean: ¿Entonces, iremos al Nuevo Mundo?

Betula: Si, pero aún necesitamos recabar más información para eso y tendremos que trasladar la base. Nos tomara unos meses.

Jean: Ya veo. *Suspiro*

Betula: ¿Todo en orden?

Jean: Si. Es solo que, la verdad me alivia un poco no tener que ir hacia Nuevo Mundo aún.

Betula: Aún te preocupa tu fuerza, ¿eh?

La mujer saca un cigarrillo de su abrigo, lo enciende y le da una calada, para luego soltar el humo de su boca formando aros.

Betula: En ese caso *da otra calada* te ayudaré a ser más fuerte.

Jean: ¿Cómo?

Betula: ¿Has visto u oído hablar de “haki”?

Jean: Si. De hecho, Evangeline usa el de observación y está enseñando a James a  usarlo.

Betula: Bueno, ¿Qué tal si yo te enseño a usar este?

La mujer torna su brazo con todo y guante en un color negro metálico, acto seguido, la mujer toma su cigarrillo y lo apaga en su brazo ennegrecido, sin mostrar la más mínima molestia.

Jean: ¿¡Me enseñarás a usar Haki de armadura!?

Betula: Por supuesto. Empezaremos con tu entrenamiento en cuanto termine de sanar ese brazo tuyo.

Jean: Excelente.

El peliazul da un trago a su bebida y luego se queda recordando algo que le dijo Scal antes de casi matarlo, por lo que hace una pregunta.

Jean: Oye Betula, ¿Qué tanto sabes del Haki del Rey?

Bert y Hollow están sentados juntos, platicando sobre algunos asuntos de barcos. Hollow saca lo que parecen ser unos planos y se los muestra al carpintero del Ave Azul, el cual mira asombrado.

Bert: Esto, esto es lo que yo llamo brillante.

Hollow: Jeje, gracias. Debo decir que todo eso que dijiste sobre tener un corazón de carpintero y eso me inspiraron, aunque aún creo que voy a necesitar ayuda.

Bert: jajaja. Cuenta conmigo. ¿Ya sabes que nombre le pondrás?

Hollow: Devil Gloriosa…

En otra mesa, varios miembros del Zafiro, incluyendo a Gareth, Shane y Wendy, comen y charlan de manera amena. Estos son avistados por James, y al hacerlo, se levanta raudamente de su mesa y camina hacia ellos con mucha energía en su andar.

Gareth: ¿Chico Rubio?

Wendy: Tch… ¿ahora que quiere este?

James entonces alza los brazos como si los fuera a golpear, ante lo cual, Shane se encoge a pesar de su imponente tamaño.

Shane: ¡Oye, no! ¡Espera!

Pero antes de darse cuenta, James lleva sus manos hacia el suelo y se arrodilla, para sorpresa del gyojin, la sirena y el peliverde.

James: Lamento todo lo que hice aquella vez. Nunca tuve la oportunidad de disculparme. Y les doy las gracias también.  Me devolvieron la esperanza de volver a ver a mi hermana y eso no podré terminar de pagárselos jamás.

Ante esto, Gareth se sorprende y Wendy sonríe con satisfacción, mientras que Shane de inmediato procede a tomar al chico rubio por los hombros y ponerlo de pie.

Shane: No hacía falta que hicieras eso. Con un simple apretón de manos hubiera bastado.

James se queda con ellos para compartir un trago entonces. Mientras, Isabel y Mia se sirven algo de ponche, aunque Mia decide ponerle algo de alcohol al suyo.

Isabel: No creo que debas ponerle tanto. 

Mía: Es el secreto del sabor.

No obstante, cuando Isabel va a darle un trago a su bebida, Angélique, que va pasando, la empuja con el hombro, haciéndola derramarla.

Angélique: *sarcasmo* Uy, perdón.

Mía: ¿Y a ella que le pasa ahora?

Mía se dispone a ir por la pelirroja pero Isabel la detiene.

Isabel: Iré yo.

La mujer entonces alcanza a la navegante y la hace voltear tomándola del brazo.

Isabel: Angélique, espera.

Angélique: Tch… ¿Qué rayos quieres?

Isabel: Solo quiero saber cuál es tu problema.

Angélique: Yo no tengo problemas, tú eres el problema. Tal vez Jean te haya aceptado, Mia vuelva a ser tu “mejor amiga”  y los chicos crean en tu “redención”. Pero a mí no se me ha olvidado todavía las heridas que tú y tus “amiguitos de la marine” nos hicieron. Por su culpa, casi pierdo a J… casi lo pierdo todo. Así que déjame decírtelo claro. 

La pelirroja se alza sobre sus tacones, de manera intimidante.

Angélique: No confío en ti.

Y luego, la pelirroja se va a con Katrina, que la busca para bailar. Isabel se queda bastante deprimida por el hecho, pero Mia que ha visto todo, la conforta.

Mía: No te lo tomes personal. Sufrió bastante los últimos días. Solo está molesta pero dale tiempo, ya se le pasara.

Isabel: Espero.

Tras este incidente, el ambiente se enciende. Todos brincan, beben, comen, bailan. Samir saca a todos los que puede a bailar, particularmente a Taylor que se hacía del rogar. Tras un rato de fiesta, se empiezan a oír gritos, iniciados por las trillizas y a los que todos se empieza a unir entre vítores.

Tear: ¡TODOS SOMOS…!

Alianza: ¡¡ESCLAVOS!!

Betula: ¡Significa que somos hermanos! ¡A este mundo vinimos a luchar!

Hollow: ¡No nos rendiremos! ¡Sabemos lo que están sintiendo! ¡No daremos ni un paso para atrás!

Los vítores de todos siguen creciendo, volviéndose un solo cántico.

Ink: ¡¡TODOS SOMOS…!

Alianza:  ¡...ESCLAVOS!!

Tríada: ¡Somos todos los que estamos hartos! ¡Los que ya nos cansamos de esperar!

Betula: ¡Quieren dividirnos, mas…!

Alianza: ¡...cada día estamos más unidos!

Los del Ave Azul también se unen, mientras su Jolly Roger ondea junto a las de sus nuevos aliados y todos celebran.

Jean: ¡¡Ahora nadie nos podrá parar!!

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